sábado, 29 de diciembre de 2012

REFLEXIÓN DE FIN DE AÑO Y COMIENZO DEL 2013



REFLEXIÓN  AL FINALIZAR EL AÑO
Y COMENZAR EL 2013

Al finalizar el año, por tradición, en nuestro contexto cultural, existe una  coincidencia de sensaciones y sentimientos, que nos conducen generalmente a una especie de evaluación o medición  de los triunfos y fracasos  que se han vivido durante el año que culmina.

Esta valoración suele realizársela tanto en el campo personal como en el entorno inmediato como mediato, donde se analizan los sucesos locales nacionales e internacionales.

Esta práctica sociocultural, no tendría mayor importancia, si no fuera por los parámetros utilizados en este proceso de valoración, es muy importante saber qué criterios se manejan para medir el avance, retroceso, bondad, negatividad, positivismo, de los actos y sucesos sometidos a evaluación.


Si se consideran criterios de pragmáticos, utilitaristas, de que únicamente es bueno aquello que me ha permitido como individuo acumular más bienes  materiales u obtener “éxitos” personales, de acuerdo al concepto de éxito individual y egocéntrico que prevalece en el sistema socioeconómico dominante, pues será una  grave decepción para muchos, especialmente para quienes constituimos las capas más bajas del estrato socioeconómico de basa, ya que aquí los logros son mínimos, las aspiraciones elevadas, y las carencias abismales.

En consecuencia estimo que es muy importante seleccionar con sumo cuidado los indicadores de éxito antes de iniciar un proceso de evaluación, así como redefinir el concepto de éxito, logro y metas, en nuestro plan de vida, tanto en lo personal como del entorno inmediato y mediato del que constituimos parte activa.

El verdadero éxito, tanto personal como social, va mucho más allá del limitado criterio pragmático impuesto desde la cúpula dominante de este sistema, es mejor disfrutar de salud, a poder tener el dinero para costosos tratamientos, es mejor disfrutar de calor humano y unidad familiar a poseer una gran mansión repleta de aparatos electrónicos y otras comodidades, donde la mamá tenga que llamar por móvil a los miembros del hogar para que se acerquen a comer.

Es mejor  poder abrazar a tu hija/o, a tus hermanos, o demás  y decirles lo importantes que son para ti, y sentir el calor de sus cuerpos, enjugar sus lágrimas, o disfrutar su sonrisa, antes que recibir, o enviar  dinero y verlos en una vídeo llamada, a través de un frío receptor electrónico de ondas magnéticas.

Por ello si los parámetros que usamos para valorar nuestra acción se corresponden con la práctica de un buen vivir, fundamentados en el mejoramiento de la calidad de vida, en cuanto al acercamiento a las leyes naturales, a concebir  como bueno a aquello que nos hace ser más humanos, a disfrutar de esas cosas que contribuyen al bienestar colectivo, más no únicamente individual, cuando  aprendemos a apreciar los objetos por su valor de uso y no por su precio, entonces seremos más ecuánimes, equitativos y sensatos en el proceso evaluativo.

Es imprescindible, en  este nivel evolutivo de la sociedad, desplegar  las habilidades y destrezas intelectuales, que permitan generar un pensamiento crítico, capaz de cuestionar y resistir, la avalancha de supuestos teóricos, que se nos presentan diariamente como modelo de éxito, grandeza y logro, y que en esencia son horrorosas falacias, que bajo su aparente destello luminoso esconden muerte, crueldad, dolor, tortura, consumismo, depredación, aislamiento, exclusión, empobrecimiento, egoísmo y vileza.

Es necesario mirar más allá de lo aparente, de la piel de oropel con que se visten muchos engaños masivos, que conducen a las personas a deshumanizarse, creyendo que están alcanzando el éxito a través de la acumulación de bienes y de alícuotas de poder para dominar y someter a los otros.

Una mirada global, multidisciplinaria, y diversa, ubicándonos abajo y arriba, a la derecha y a la izquierda, en el lugar del que manda y del que obedece, del que posee y del que no, del supuestamente exitoso y del llamado fracasado, nos dará más elementos de juicio para una opinión asertiva, menos tendenciosa  y parcializada.


Que el año venidero sea el espacio y tiempo oportuno para deslizar, la gruesa venda que nos impide visibilizar la realidad, tal cual es y no del color  del cristal que la ideología dominante, ha colocado frente a nuestros ojos.

Para que,  nuestra acción cotidiana sea la espiral infinita hacía el buen vivir conceptualizado como la relación armónica  y perenne con la naturaleza, en un contexto de respeto, solidaridad, integración e inclusión de diversos y divergentes.





POR ELLO BRINDEMOS AMIGAS Y AMIGOS, POR LA VIDA, LA DIGNIDAD, LA SOLIDARIDAD, QUE NO ES CARIDAD, LA INCLUSIÓN, LA DIVERSIDAD Y LA DIVERGENCIA. SALUD 2013.

Fredy Torres A.
Diciembre 29 del 2012.
torresfrative@hotmail.com

viernes, 21 de diciembre de 2012

MENSAJE DE NAVIDAD




FELIZ NAVIDAD

                           SIIIIIIIIIIIIIIIII  

                                         ….      PERO        …….








  
Apreciadas amigas y respetables  amigos lectores; al aproximarnos a celebrar una fecha cultural y religiosa muy importante, en la que en la cultura occidental y específicamente   el Cristianismo,  rememora el Nacimiento del Niño Jesús  o la transformación de Dios en hombre, para acercarse a la humanidad que es su principio y fin; que culturalmente constituye un hito en el calendario anual, para volcar la mirada hacia el interior de nosotros mismos, para en una especie de autoevaluación,  valorar la acción realizada en el año, un espacio de tiempo en que parecemos enternecernos, rebosar bondad  e infinitos deseos de hacer el bien para resarcir el  mal ocasionado  a lo largo del año, un tiempo en el que muchas personas se tornan aparentemente desprendidas y generosas, para justificar ante el Padre supremo, su derecho a alcanzar su gracia y su perdón.

Esta es la actitud que  a logrado interiorizar en occidente el Cristianismo, y que ha sido óptimamente aprovechada por el capitalismo mercantilista, para  explotar hasta el límite el espíritu consumista, la competencia, el morbo comparativo en el que muchas familias sucumben con derroche de ingenuidad, midiendo capacidad de consumo o de endeudamiento, para guardar las apariencias, inflamando sus egos  vacíos y patéticos, más aún cuando adoptan con  cinismo actitudes paternalistas, o generosas que no encajan con su filosofía de vida y éxito.

Qué pena que el omnipoderoso sistema económico social haya conducido a la sociedad a estos extremos muy peligrosos, que deshumanizan  al hombre mostrándolo de cuerpo entero como artífice del consumismo, la contaminación, la destrucción ambiental  y enarbolando los antivalores como su mejor carta de presentación.

Es hora entonces, damitas y caballeros de repensar nuestra acción, nuestra tradición y la forma de concebir y celebrar la Navidad. Estimo que si bien es válido acogerla  como un espacio de tiempo para una mirada retrospectiva  a nuestro diario accionar, es imprescindible que nos liberemos de las ataduras del ilimitado consumismo que nos esclaviza, transformándonos en voraces depredadores del entorno, para mirar la Navidad desde la perspectiva de la naturaleza, como criaturas de la tierra, del mar, del sol, de la lluvia, del viento, es decir vernos y sentirnos hijos de esta madre tierra, recuperar nuestro ser natural, y desde una visión social, colectiva, integral del universo, de la sociedad como un sistema interactuante, identificar las relaciones de interacción que se generan entre todos los seres que componemos este universo infinito, pero profundamente ínter e intra vinculado.

Es necesario que al identificar estas relaciones profundas, que naturalmente se generan entre los seres que componen el universo y específicamente entre aquellos que corresponden a la misma especie, construyendo a partir de estos elementos un conjunto de valores positivos e imprescindibles para la supervivencia de la naturaleza y la sociedad, tales como la solidaridad, la equidad, la justicia, la distribución igualitaria de la producción y la riqueza, como práctica social permanente, que desterraría la necesidad  de obsequiar y ayudar a los menos favorecidos, ya que aquellos a quienes elegantemente el sistema llama menos favorecidos, son en realidad los despojados por quienes hoy se presentan como magnánimos Reyes Magos.

Navidad sí, pero con  un urgente cambio de concepción, buscar reunirnos en familia, superar el orgullo individual y simplemente ser más sinceros y honestos con nosotros mismos y especialmente con los otros, no sonreír por compromiso, no esperar recibir a cualquier precio, o dar solo para guardar apariencias. Es mejor dar más tiempo a aquellos con los que poco hablamos, jugar con nuestros niños, familia y amigos, despojándonos de las acostumbradas máscaras, que asumimos para darnos importancia y justificar nuestra vanidad.

Valoremos a nuestra pareja, a los hijos, a los padres, a los hermanos, demás familiares y amigos, por lo que son, por el sentimiento que puede generar en nosotros su presencia, no por lo que tienen,  pueden darnos o hacer por nosotros.

Al menos por esta vez intentemos despojarnos de ese antifaz que parece ya haberse encarnado, en nuestra endeble humanidad.



Es mejor una rosa con amor, que un caro juguete que expresa poder y arrogancia, minimizando a quien lo recibe, maximizando a quien lo da, excluyendo a quien no lo tiene, marginando a quien lo desea, empequeñeciendo a quien no puede darlo, a la luz de un sistema de valores en el que prima la capacidad de consumo y el poder de la acumulación de recursos innecesarios para la vida. Juguete que implica sudor y lágrimas de obreros cansados, explotados, hambrientos, con sueldos de miseria, quizá migrantes, como muchos de los nuestros; Juguetes que se desecharan en muy poco tiempo y pasaran a constituir más basura para el sistema, que provienen de minas de minerales donde muchos humildes del mundo han ofrendado su vida.

Saludemos con la mano abierta, con confianza y con cariño, no por Navidad, sino siempre, este es un buen momento para empezar a ver la vida de forma diferente a valorar la naturaleza y no a sus destructores y esa práctica suicida en que se encuentra inmerso el sistema.


FELIZ NAVIDAD, SIEMPRE QUE LO TOMEMOS COMO EL PUNTO DE PARTIDA PARA  CONSTRUIR UN MUNDO CON RELACIONES SOCIOECONÓMICAS E INTERPERSONALES DIFERENTES, SOLIDARIAS, EQUITATIVAS  Y ESENCIALMENTE JUSTAS.

Fredy Torres A.
Piñas, El Oro, diciembre 21/2012
torresfrative@hotmail.com
fredytorea@yahoo.com




domingo, 9 de diciembre de 2012


PIÑAS VIVIÓ CON ENTUSIASMO 

LA FIESTA DEL AJEDREZ



En el marco de una luminosa mañana de sábado decembrino, en los bajos  del palacio Municipal, previa convocatoria de Liga Deportiva Cantonal de Piñas, y el Profesor Francisco Flores, con el aval del Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón;  con gran entusiasmo, y expectativa, se dieron cita  los amantes del deporte ciencia, pequeños deportistas de las categorías sub 8, sub 10 y sub 11, así como participantes de las categorías de 13 años en adelante, para en un ambiente  de alegría participar en el torneo provincial abierto de ajedrez Piñas 2012.
La ciudad recibió con  acogedora fraternidad a delegaciones de los diversos cantones de la provincia, que se dieron cita a esta convocatoria, entre ellos, insignes valores del ajedrez  de Machala, Santa Rosa, Pasaje, Zaruma, y por supuesto los anfitriones, quienes con su destreza deleitaron a, padres, organizadores y al escaso público que se dio cita al balcón cultural de la ciudad.

Desde ésta, página, felicitamos al Profesor Francisco Flores, a Liga Deportiva Cantonal y al Gobierno Municipal, por  la organización, apoyo y realización de este torneo ajedrecístico provincial, ya que este tipo de eventos impulsan el desarrollo del pensamiento crítico en nuestros niños, y jóvenes, ayudándoles a crecer  integralmente como seres humanos de excelencia, ya que entre otras bondades del este juego, llamado la gimnasia de la mente, esta la elevación de la autoestima del jugador, generada por la adquisición de habilidades y destrezas mentales que le permiten resolver adecuadamente problemas de razonamiento lógico, y perspectiva, mediante la elección precisa de la alternativa correcta.
Pues las habilidades adquiridas por niños y jóvenes en el juego del deporte ciencia, podrán ser, cuando ellos lo estiman necesario, trasladadas al campo del conocimiento y análisis de la realidad, siéndoles de máxima utilidad en el proceso  de aprendizaje y supervivencia.
Por ello, es de lamentar,  que instituciones educativas, no valoren en su precisa dimensión el vasto  aporte que en el desarrollo intelectual, provee este deporte a la niñez y juventud.
Similar situación se observa en los  medios de comunicación mercantiles, que omiten la información sobre la práctica de este deporte, pues  durante el año que termina se han  realizada varios torneos cantonales, intercantonales, provinciales, etc. De los cuales la prensa escrita o radioemisoras locales, y provinciales, no se han hecho eco, excepto una que otra entrevista; Esto obedece a la percepción de publicitar preferentemente aquello que se considera de “consumo masivo”.
Es importante  re jerarquizar al ajedrez como un instrumento de estimulación intelectual, con presencia  activa en escuelas, colegios y organismos deportivos, para que deje de ser la cenicienta de los deporte, que pervive, especialmente en los cantones de la parte alta, gracias al tesón incansable de instructores, y amantes del deporte, generalmente ex  deportistas del ajedrez, como los profesores Francisco Flores y Gonzalo Alvarado, entre otros.
El ajedrez, merece el mismo apoyo que los demás deportes, pues el desarrollo intelectual de la niñez y la juventud es la puerta de entrada a una visión y concepción diferente del mundo, capaz de cambiar  la errada organización de esta sociedad excluyente, mercantil y consumista, es un aporte, para construir una sociedad diferente.

Pudimos acceder a la siguiente información sobre los resultados del torneo:

Categoría U 8:
Primer puesto: Edwin Mocha de Pasaje
Segundo puesto:  Alex Apolo Piñas.

Categoria U 10

Primer puesto: Leinier Espinoza - Marcabelí
Segundo puesto: Alonso Cesar - Pasaje



Fredy Torres A.
Piñas, diciembre 9 del 2012.