lunes, 28 de octubre de 2013

UN RECUERDO PARA UN AMIGO 
Y COMPAÑERO INSEPARABLE

NUESTRO AMADO 

FAVI






Una silla vacía, una vitrina yerta y fría, un hogar sin alegría, Una cama con demasiado espacio, y un inmenso vacío que nadie podrá llenar, es lo que queda después de ti chiquito, almas destrozadas, corazones dolientes, deja tu imprevista partida.

Tu llegada fue una bendición, te criamos con similar amor que a un hijo, te consideramos nuestro niño peludito, nos cuidábamos incluso de gritarte, porque te resentías, viviste a tus anchas, no conociste otro mundo que no fuera el del amor y la ternura. Nunca hiciste daño a nadie, te creías un niño más, y siempre que ellos salían a jugar, tú también te incluías y cuando por no haber nadie de la casa, no te dejaban jugar, venias a contar chillando quedito, suavecito, que apenas se percibía, siempre era tu dueño, la que te entendía; había que sacarte a pasear o simplemente ponerse a jugar contigo, para que se te pase la tristeza, hasta que cansado ibas a la silla o a la cama y te echabas boca arriba, con las manitos dobladas, casi siempre con la cabecita sobre la almohada, o en el brazo de alguno de tus viejos, que nos quedábamos largos ratos sin movernos para no despertarte. Te amo y te amaré siempre mi peludito, Te extraño tanto, te necesito, mi chiquito, este viejo no sabe estar sin ti, si no nos separamos desde que llegaste, siendo solo un recién nacido. ¡Ha, todo lo diera, por volver atenerte aquí conmigo!  Fuiste un inmenso e inagotable manantial de ternura, te quiero, te quiero, tequieroooooooooooooooooooo







Fuiste un manantial de ternura
Amaste sin premura
Vertiste el inmenso caudal de tu amor,
Ilimitadamente, amaste con fervor

A quienes fueron para ti,
lo más cercano a unos padres biológicos que no conociste,
tus amos, tus amigos, tus compañeros
tu familia.
Familia en la que fuiste un miembro muy especial e importante

Mi Chico peludito, siempre te recordaré