PÁGINAS

lunes, 27 de septiembre de 2021

La poesía de Víctor Manuel Gallardo Apolo como expresión de identidad parroquial


Acto de homenaje al Poeta Criollo Víctor Manuel Gallardo

La poesía de Víctor Gallardo como expresión de identidad parroquial


El pasado domingo 26 de septiembre, en el centro parroquial de San Roque, desde el Gobierno Autónomo  Descentralizado Parroquial Rural de San Roque, se efectuó un acto de reconocimiento a la trayectoria literaria y al Poeta Criollo Víctor Manuel Gallardo Apolo. Acto por demás merecido, considerando que el poeta homenajeado ha aportado permanentemente con su talento artístico y proclive afición a las letras a difundir la cultura literaria parroquial; expresión de ello es el poemario "Sonríele a la vida" publicado en agosto del 2010, con el apoyo del GAD provincial de El Oro de aquella fecha y la entusiasta gestión del GADPR de San Roque de entonces.

El reconocimiento a un poeta, nos decía Jorge Torres, Presidente de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión Núcleo Piñas, es muy significativo, porque no exalta hazañas de grandes guerreros o estrategas militares, que a la final implica premiar la capacidad de matar, ni tampoco la filantropía de un magnánimo millonario, que a fin de cuentas talvez solo devuelve algo de lo que otrora robó a la sociedad; homenajear a un poeta es reconocer su capacidad para comunicar amor, para atrapar la parte sensible del ser humano, (Torres, 26/9/2021)* es decir aquello que nos diferencia de las otras especies y que nos da la oportunidad de vivir intensamente nuestras emociones y extravíos.

Todo reconocimiento a la labor cultural de una comunidad específica y en un momento determinado de su historia, es un acercamiento al sincretismo material y espiritual de dicho conglomerado humano, simbiosis que constituye en la mejor acepción del término la expresión más completa de dicho grupo humano. Desde esta perspectiva este reconocimiento al poeta va más allá del homenaje al ser individual, es un tributo a la cultura colectiva, construida socialmente y configurada a través de la expresión literaria del Poeta Criollo.

Intervención del homenajeado. Víctor Gallardo.


Tengo la suerte de conocerle a Don Víctor desde mi juventud, siempre identifique en él al docente de la vieja guardia, formado en la escuela de la pedagogía clásica, un profesor que lleva la didáctica en su alma, en sus manos, en su voz pausada, a veces fuerte, rigurosa, para imponer la disciplina en el aula y otras veces suave, amable, comprensiva, humana, esencialmente humana. Luego por circunstancias de trabajo y afinidad de actividades hemos construido una agradable amistad, en este contexto me cabe el grato honor de contribuir con mi modesta narrativa a este merecido reconocimiento, que a través de esta bien lograda propuesta realiza hoy el Gobierno Autónomo Descentralizado Rural Parroquial de San Roque al apreciado amigo Víctor Gallardo.

La cultura es la faz de un pueblo, con ella se muestra a sus semejantes. Un pueblo es mucho más que su expresión material, (sus casas, sus vías, sus puentes, sus instalaciones de servicios básicos, etc.) Un pueblo es esencialmente vida, mujeres y hombres que desde sus distintos espacios se construyen individual y colectivamente. Este proceso de construcción cultural es la simbiosis de su memoria histórica y la praxis social cotidiana. En este proceso, el arte, la memoria histórica, la literatura; constituyen instrumentos culturales imprescindibles para interpretar, describir y consolidar la identidad sociocultural e histórica de un pueblo. Identidad sin cuyo conocimiento ninguna administración pública será suficientemente eficiente. Para gobernar adecuadamente un conglomerado social es necesario conocerlo, ser parte de su historia, encarnar sus intereses, su voluntad y su perspectiva social.

Entrega de placa del GADPR al poeta.


En esta perspectiva sociológica, Don Víctor es mucho más que un docente retirado, un aficionado historiador o un talentoso poeta, es ante todo la expresión de la cultura criolla, cuya creatividad poética, y práctica literaria, se enmarca en una determinada cosmovisión que se presenta como el mejor crisol de la identidad parroquial. Es un sanroquense amasado en la fragua campesina, endurecido con el sol meridiano que abraza con fulgor este cálido valle andino. Y por ser producto de esta fragua le corresponde el apelativo de poeta criollo, porque es surgido de la argamasa cultural parroquial y no de la teoría académica.

Sus escritos, su poesía, son auténtica expresión de identidad cultural, en ellos, su febril y apasionada inspiración entreteje con filigrana literaria historias de amor, de corazones rotos, de interminables esperas, de sueños juveniles atados a la rústica racionalidad del ser real. Pero también le canta a Dios y a su pléyade de divinidades cristianas, a sus iconos, a sus dogmas y a su portentosa propuesta de salvación, como inexorable reflejo de la fe del poeta y de la cobertura religiosa cultural bajo cuyo manto construye la comunidad parroquial su auténtico ser histórico. Su poesía es también la expresión del docente escritor, sus obras reiteradamente son una apología a los valores cívicos y patrióticos, tal como lo enseñó la vieja escuela, en ella encontramos loas a fechas cívicas, himnos a movimientos sociales y políticos, e incluso con motivos puramente didácticos. Su poesía es la respuesta a la solicitud de su gente, sencilla, enamorada y apasionada que busca arrancarle al arte un trocito de lenguaje florido, de ramilletes nacarados con pétalos de zafiro, rubí y esmeraldas, que al escucharlas trashuman angustias, sueños, ilusiones, alegrías y la mayoría de las veces tan solo nostalgias. Para regalar esta filigrana poética  a la persona amada, a la tierra de sus quereres, a su cuna, a su llacta, a sus sueños o simplemente cantar sus decepciones. 

Por eso la poesía de Víctor ya no es suya, es la expresión, la identidad y la cultura de su pueblo. Porque la composición literaria si bien toma forma en el genio del poeta, no le pertenece porque la inspiración viene de fuera, de la cultura y hacía ella retorna como los ríos  inexorablemente van al mar. La poesía es parte del ciclo construido con el terciopelo dorado de profundas emociones, que en sublimes trinos de la lira emotiva del poeta expresa en música del alma sus más placidos anhelos y cruentas angustias, pero siempre atado al ser corpóreo, que siente, vive, ama, odia, cree y duda. Es decir, a un contexto cultural históricamente determinado.

En conclusión, este homenaje tributado a nuestro poeta criollo, reconociendo en su obra artística la identidad sociocultural de la parroquia, implica consolidar la identidad social de nuestra comunidad y a la vez constituirla en depositaria colectiva de este reconocimiento a través de uno de sus más visibles actores culturales.


Grupo de danza bailando San Roque Suelo Hermoso. Composición literaria del poeta Víctor Gallardo


Fredy Torres A.

Septiembre 26 del 2021. 

jueves, 26 de agosto de 2021

Semblanza de Ángel Benigno Torres Gallardo 1926 – 1996

 

Semblanza de Ángel Benigno Torres Gallardo

1926 – 1996

 

Retrato de Ángel Torres Gallardo
Partida de Nacimiento Ángel Torres Gallardo


Haciéndome eco de la máxima popular que expresa que las personas siguen vivas mientras su recuerdo permanece en la memoria de sus semejantes, quiero en este día especial rememorar y compartir con familiares y amigos la imagen que tengo de mi padre Ángel Benigno Torres Gallardo, con ocasión de lo que sería su cumpleaños numero 95. En este propósito retomo y amplío un retrato que hiciera de él, en una fecha similar hace ya dos años. Espero me dispensen su generosa lectura, y quienes lo conocieron y tienen buenos recuerdos o anécdotas positivas de él nos lo hagan a conocer, para honrar su memoria.

Familia Torres Acaro. 1987

 

Un 26 de agosto de 1926, aquí en esta tierra hermosa de Tarapal, en el hogar de Javier Torres y Cleofé Gallardo empezaste tu aventura de vivir, de cuna campesina, piel curtida por el calcinante sol del trópico, junto al frío de los amaneceres, que siempre te sorprendieron entre sembríos, o endilgando el agua para el maní que brotaba de tu fértil tierra, tornaron tu rostro cobrizo, y endulzaron tu vida con el azúcar de los cañaverales, en cuyos surcos viviste largas y agotadoras jornadas.


Ángel Torres 1987

 Hombre de mil oficios, profesional de la vida, héroe de la supervivencia; como la mayoría de los campesinos, recio, fuerte y alegre, disfrutando de la vida, en cada flor, en cada planta, en cada chacra, en cada sonrisa y aún en cada lágrima; agricultor de profesión, hijo de patria campechana, médico de barrio, shamán a lo mestizo, albañil, maestro de obra, constructor de casas, carpintero, ladrillero, tasador, artesano labrador del mango, el colorado y el paltón; de cuyos troncos extraías batanes, bateas cucharas y más;  instructor, comerciante, consejero de juventudes, etc.

 La vida te quedó corta, nunca supiste quedarte quieto, hasta que tu luz fue cediendo a las tinieblas del eterno anochecer, hasta unir tu ser a esta tierra que te vio nacer, a la cual tu vida entera dedicaste, construyendo caminos, acequias para agua, agitando su vientre, su cadera y sus pechos, para que de ella brotara el dulce néctar de sus cañaverales, maizales, y frutales, desde el manso lecho de la quebrada, que con sus aguas cristalinas fecundaba el prolífico valle hasta el yaragual del cerro, que en invierno se cubría de verdes cementeras, ahí están tus huellas, ahí tus recuerdos, tu sangre y tu sudor, padre mío, por eso amo esta tierra, porque es tuya y es mía, porque es nuestra, nuestra heredad, fortaleza y presencia; aunque hoy este querido pedazo de tierra que se llama Tarapal, no es ya ni la sombra de lo que fue cuando, era tu mayor querencia.

No cursaste aulas de colegio ni de universidades, en aquellos tiempos eso era un lujo al que solo accedían unos pocos privilegiados, sin embargo, te las ingeniaste para ser autodidacta en un amplio espacio del conocimiento, desarrollaste un pensamiento critico y sobre todo la cultura de la sospecha, siempre buscabas más allá de lo aparente, aprendiste que la verdad no siempre está a flor de piel y debe buscarse entre líneas. Esa actitud te hizo rebelde, desconfiado y a la vez abierto a nuevas formas de la verdad, vale decir a otra verdad que no explicaban en las radios, en los libros ni los sabios señores que se creían dueños de la verdad. Construiste una visión especial de la vida, era tu forma de ver las cosas, en mucho distinta a tu entorno y eso te hizo especial a la hora de valorar prioridades.

 

Esa forma especial de interpretar la realidad, esa rebeldía construida en el contraste de la verdad explicita y la verdad oculta corre por las venas de tu descendencia manifestándose según las circunstancias y voluntad de cada uno de nosotros.  Tu pensamiento y accionar han sido las semillas de una familia que crece y florece, como tus matas de café, de naranjas o los majestuosos guabos del lindero, o la orilla de la carretera. A pesar del vacío de tu ausencia nos reconforta la lucidez de tu áurea inteligencia y la bondad de tu gran corazón sigue iluminando la senda de tu gran familia.

Por ello hoy revivimos tu recuero para expresarte el gran cariño y respeto que guardamos para ti.

 

Fredy Torres a.

Agosto 26 del 2021.

 

martes, 26 de enero de 2021

A LA PARROQUIA SAN ROQUE EN SU OCTAGÉSIMO PRIMER ANIVERSARIO DE VIDA PARROQUIAL

 

A LA PARROQUIA SAN ROQUE EN SU OCTAGÉSIMO PRIMER ANIVERSARIO DE VIDA PARROQUIAL











Este 26 de enero celebramos el octagésimo primer aniversario de vida parroquial de la Benemérita parroquia de San Roque, quiero llamar vuestra atención para invitarlos a recorrer con vuestra memoria, el camino andado por nuestra parroquia, desde aquellos gloriosos días en que los anhelos y esfuerzos de nuestros ancestros se empeñaron en hacer de un pequeño caserío una gran parroquia, un emporio de trabajo, producción y generosidad, que paulatinamente forjaría el carácter de los hombres y mujeres de esta prodigiosa tierra; agricultores, ganaderos, ingeniosos inventores, artesanos, artistas y claro está talentosos letrados que se dispersaron por el país y el mundo en alas de sus pretensiosas metas. Pero quienes merecen el mejor recuerdo de nuestra memoria, son los cañicultores, artesanos de la caña, creadores de dulces delicias que con aroma y sabor inundaba la verde campiña parroquial.

Para ellos y por ellos, por esos hombres y mujeres que en el anonimato de la historia, pero en la presencia de la vida cotidiana, con múltiples vivencias, sorteando hambres, intrigas cotidianas, codicias y abusos, de autoridades locales, regionales y nacionales, en análoga historia de todos los campesinos, con su trabajo denodado marcaron con estelas de sangre y sudor el barro que ha fraguado al sanroquense de hoy, queremos dedicar este homenaje, a esa estirpe ancestral que piedra a piedra, bloque a bloque, con madera del cerro y chacla del valle construyeron sus humildes hogares y también la portentosa primera capilla parroquial.

Hoy San Roque, al cumplir sus 81 años de vida, es un variopinto conglomerado humano, con múltiples matices, acomodado con prisa al estilo de vida contemporánea. Pueblito del valle con aroma de mango, sabor dulce de caña, y añoranzas de tarde de verano, eres nuestra mejor herencia, porque el rojo de tu suelo gredoso, la acelerada brisa de tus frías cumbres y el inclemente sol del mediodía pintaron nuestra piel grisácea, en las largas jornadas de interminables chacras. Porque la calidez de tus noches plenilunares acunaron con ternura apasionados romances, porque tus caminos zigzagueantes dieron pábulo a mis ansías juveniles  de explorador, y tus quebradas cristalinas con dulzura de regazo materno calmaron mi sed de caminante.

Los hijos de un pueblo son mucho más que sus moradores, están hechos de ese pueblo, de su barro, de su sol, de su viento, de su frío y su calor, de su memoria, de sus frustraciones y logros; los hijos de un pueblo son ese pueblo, lo viven, lo sienten, lo perciben, corre por sus venas, se refleja en su rostro, en su caminar, en su forma de hablar, de mirar y de pensar. Por ello aquellos hijos que son de ese barro, nunca olvidan su tierra, no quieren, no pueden porque sería condenarse al olvido de sí mismos, negar su historia, sus padres, su hogar. No importa cuán lejos estén, los verdaderos hijos de la tierra jamás la olvidan, jamás pueden porque ellos son un pedacito de esa tierra, de esa historia, los pueblos son mucho más que las casas, sus calles y sus campos, son el amasijo perfecto de todo ello más sus hombres y mujeres, su historia, su memoria y su cosmovisión.

A tu prodiga memoria benemérita parroquia de San Roque.

Fredy Torres Acaro.

C.C. Nº 0702073503