¿Qué es y que esperamos del reencuentro
estudiantil intergeneracional de la escuela
Dr. Guillermo Guzmán Ayora?
La memoria colectiva de una comunidad se construye a través
de la interacción cotidiana de sus gentes, se va condensando durante su desarrollo
histórico en los logros comunes a dicho grupo humano, pero se visualiza solo
cuando existe un enfoque sociocultural e histórico que recoge la memoria
comunitaria a través de eventos que actualizan, reivindican y recrean la
memoria del pasado, evidenciando los hilos que constituyen el tejido social
fundamental que sostiene la identidad de un colectivo humano.
En este contexto se ubica y debe ser comprendido el
reencuentro estudiantil intergeneracional de los exalumnos de la escuela Dr.
Guillermo Guzmán Ayora, antes Francisco Pizarro, de la parroquia San Roque en
el cantón Piñas. Es el espacio propicio para conocernos, reconocernos e
identificaros como partícipes de un tejido social similar. Somos producto y
expresión de una misma matriz cultural, nos une la tierra, la cuna, nuestra heredad
ancestral. Compartimos una misma cosmovisión histórica como hijos de un nicho
geosociopolítico, definido, histórica y cronológicamente, aún cuando
multiplicidad de matices económicos, sociales culturales, ideológicos y religiosos
hoy marquen diferencias individuales, a veces mínimas, a veces muy amplias.
En este orden de ideas y convencidos de que son más poderosos
los hilos de la memoria que nos unen, proponemos este reencuentro como una
oportunidad para rememorar el pasado, para valorar el trabajo, la abnegación y
dedicación que otras mujeres y hombres que históricamente nos precedieron
hicieron por esta tierra hermosa que nos vio nacer. Proponemos en este
reencuentro escribir la historia a partir de la voluntad y esfuerzo de nuestros
padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc., por mejorar la calidad de vida
de sus coterráneos dotándolos de una institución de enseñanza que capacite a
sus vástagos para la vida, luego de un espacio físico para la tarea educativa.
En este reencuentro reverenciamos la memoria de mujeres y hombres que, desde su
atril de docentes, desde el aula, el patio u otros lugares con dedicación y
esmero entregaron todo o mucho de sí durante largos años para formar hombres y
mujeres capaces de adaptarse al proceso social y alcanzar elevadas cúspides en
el sistema socioeconómico que les correspondió desempeñarse.
Es el momento y el lugar para robarle al tiempo las
travesuras y experiencias que colmaron nuestra vida infantil, aquella que
disfrutamos con plena inocencia, con el puro empeño de ser felices, es esculpir
con añeja nostalgia el tiempo compartido entre hermanos, primos, amigos y compañeros;
en viejas casitas de bahareque, en la cancha de tierra cuando jugábamos al
futbol sin zapatos porque no teníamos o solo por costumbre, cuando la monotonía
de pueblo pequeño, caminos solitarios y plaza desnuda al atardecer asustaba
nuestro intrépido espíritu infantil.
Reencontrarse es revivir aquellas complicidades simples,
maravillosas y difíciles de olvidar de nuestras infantiles amistades. Es traer
de vuelta aquellos romances platónicos que a veces marcaron nuestra vida y aún
los guardamos en un rinconcito muy profundo de nuestra conciencia.
En fin, las y los invitamos a volver a vernos, a
reencontrarnos con nuestro pasado, a reinstalar en nuestra memoria aquellas
vivencias que son parte hermosa de nuestro pasado, el amigo, la amiga especial
que siempre estuvo junto a nosotros o aquel, aquella que siempre quisimos que
este y simplemente huía de nuestro entorno, en fin muchas de esas vivencias
pudieron ser causa de nuestro presente y otras simplemente siguen ahí esperando
que apartemos la cortina del tiempo y las abracemos, porque son nuestra más
querida memoria.
Esperamos un reencuentro cargado de fraternidad, nostalgia
y ansias de atrapar en nuestra memoria cercana aquellos momentos que nos
negamos a dejarlos escapar, porque son la esencia de nuestra niñez.
Las y los esperamos
Fredy Torres Acaro.
Abril 4 del 2025.