NAVIDAD, NAVIDAD, NAVIDAD
“FELIZ NAVIDAD”
Qué fácil es
decirlo, que difícil vivirlo, de acuerdo
a un concepto cristiano alternativo, o al menos, con un enfoque más
humano, natural, honesto y autentico.
Formados
históricamente en el contexto de una sociedad, organizada económica, social e
ideológicamente para el lucro, la ganancia, la competitividad, alcanzando el
“éxito y el esplendor” aquel que ha fundamentado su vida, sus acciones y
creencias en el egoísmo extremo; resulta quizá hasta ingenuo, esperar que por
este corto espacio de tiempo, las criaturas de esta sociedad, se tornen
honestos, solidarios, generosos, etc. Es decir lo opuesto a aquello para lo que
están formados.
Lógicamente
es inviable, salvo rarísimas excepciones, todo lo contrario, en este periodo se
exacerban, manifestándose con absoluta crueldad, las diferencias en la
capacidad adquisitiva y consumista entre las personas, el derroche y
despilfarro portentoso, de quienes han acumulado bienes usurpándolos a quienes
los necesitan para sobrevivir, un consumismo delirante al que se vuelca toda
una sociedad de depredadores insaciables, en absoluto apego a la lógica mercantilista,
consumir ilimitadamente, impulsando agresivamente la circulación de capital,
desde los bolsillos de los que menos tienen hacía los grandes depósitos de
capital de industriales, importadores, comerciantes, etc.
La
obsecuencia de los desposeídos y menos afortunados del sistema, por cumplir con
el patrón consumista, impuesto tradicionalmente desde la globosfera
propagandística del gran capital (tv, radio, periódicos, cine, internet) y el
Dios mercado, hace que muchos, se entreguen a la voracidad letal de banqueros y
prestamistas inescrupulosos, endeudándose más allá de su capacidad de pago,
para luego ser cruelmente estrangulados por la inclemencia de una red de
miserables esbirros, elegantemente denominados funcionarios o servidores de
estos traficantes de recursos económicos que los utilizan para acrecentar
ilimitadamente las posesiones de su amo, despojando inicuamente a cuanta
víctima caiga en sus redes.
Navidad,
Navidad, “Feliz Navidad”, que difícil es ser sensatos y conservar una actitud
serena, ecuánime, acorde con un razonamiento humanista, natural, cristiano,
anticapital, anticonsumismo, en medio de una avalancha demoledora de productos
transformados en mercancías, de “amor”
envuelto en papel regalo, de alimentos, dulces, y torrentes, de hipocresía
y cinismo, que transforman la solidaridad en caridad, la equidad en bondad, la
justicia en generosidad.
Navidad
consumista, una inmensa cortina de luces, colores, canciones y miel, oculta lo
más degradante de un sistema depredador y asesino.
Bajo el
manto navideño, el explotador que succiona diariamente la capacidad productiva
de sus obreros, les devuelve una parte insignificante de ella a través de un
bono, una canasta, o similares, y lo llama regalo, generosidad, bondad.
La
asociación “X” que recauda en cuotas mensuales de sus socios un monto
considerable, entrega una canasta y realiza una recepción navideña para sus
agremiados y familias, por un valor equivalente al 10% del aporte total de cada
socio, y lo llama agasajo.
El banquero
y su sequito de abnegados servidores, (abogados, contadores, fiscales, jueces,
peritos, etc.) ejecutan órdenes de desalojo, de
embargo y más, despojando a familias enteras de sus escasos bienes,
dejando en la calle, sin techo ni abrigo a niños y ancianos; y aportan con canastas navideñas para los pobres
del barrio, de cuya pauperización fueron los principales gestores; y se los llama hombres de bien, buenos cristianos;
porque se postran ante una imagen, dando
gracias por su buena suerte, y jurando continuar “haciendo el bien” y “ayudando
a otros”, al tiempo de pedirle a su Dios que por favor el próximo año los
encuentre con otra casita. Otro carrito, y más platita para gastar. Hipocresía,
cinismo en su más cruda y lacerante expresión.
El guardia
que por cumplir con su misión de defender la propiedad privada, dispara y mata al ladronzuelo, que quizá nació en el
mismo barrio que él, dejando a cuatro niños menores de 15 años sin su padre y
sin cenar la noche buena, es homenajeado y obsequiado por sus patrones, con las
migas que caen de su mesa, mientras se jacta satisfecho de haber cumplido con
su deber, participa en la novena navideña de la comunidad, y aporta para un
refrigerio y caramelos a los más pobres, entre ellos aquellos que dejo
huérfanos, y se siente un buen cristiano, absurda realidad, hipocresía.
Bajo tu
manto navidad el funcionario de estado en un acto de grandiosa generosidad,
mientras obsequia a los desposeídos con
dulces y juguetes, mediante una llamada telefónica ordena a sus tropas hacer
cumplir la ley, aun cuando ello implique matar a miles de seres humanos,
someterlos, a condiciones de vida infrahumanas; y sin embargo está bien, porque
así lo requiere la supervivencia de una sociedad organizada en torno a la acumulación
infinita de capital, que solo admite el bienestar de unos pocos a costa del
sacrificio, hambre y miseria de los más.
Por ello que
difícil, es dar cabida y practicar el verdadero espíritu humanista y cristiano
en Navidad, menos consumo, menos regalos, más amor, más tiempo, menos
violencia, menos gritos, menos reclamos, más paciencia, más comprensión, más
entrega, más tolerancia, menos egoísmo, menos
hipocresía disfrazada de generosidad, más reflexión, más verdad, menos
oscuridad y engaño.
¿Cómo tratas
a tus seres queridos en esta Navidad? ¿Les das tiempo para conversar, jugar y
compartir? o sigues gritando, reclamando y humillando a quienes están a tu
alrededor, solo porque depende de ti o eres más fuerte.
¿A cuantos
has pisoteado, apartado del camino, porque te estorbaban para llegar a tu
pequeña cumbre?, ¿Vives de acuerdo a lo que piensas, o solo lo piensas y lo
dices para que otros aprecien tu exquisita inteligencia, pero vives y practicas todo aquello que
cuestionas?
¿Eres luz o
solo lámpara manipuladora, eres remanso que da paz y sosiego, o torrente que
invade, daña y arrebata?
Piénsalo y
decide lo que estimes adecuado para tu estatura intelectual y ética.
FELIZ NAVIDAD
Fredy Torres A.
Diciembre 20 del 2013.
torresfrative@hotmail.com