CRÓNICA DE
UN AGASAJO
Tarapal, diciembre 23 del 2017
Unas cincuenta sillas plásticas, blancas todas, con
marcadas huellas del sol, la lluvia, el uso y el abuso; dispuestas en un
pretendido abanico irregular, por cierto, bastante deformado, daban la
bienvenida a las familias, que paulatinamente, iban ocupando las mencionadas
sillas; aquella tarde de sábado 23 de diciembre, recubierta de delicioso aroma
navideño, se realizaba en el sitio Tarapal de la parroquia San Roque, el
agasajo a todos los niños y sus familias, en memoria de aquel portentoso niño
que naciera hace un poco más de dos mil años, para convertirse en un puntal
fundamental de la religión católica.
La voz, poco audible y distorsionada por la caja
musical amplificada, que se encontraba en las postrimerías de su vida útil,
anunció a la audiencia el comienzo del programa, más o menos así “Señoras y
señores, damitas y caballeros, niñas y niños, en este momento damos inicio al
programa, con el cual el Comité Promejoras de Tarapal, agasaja a las familias y
especialmente a los niños de la comunidad, en ocasión de la celebración
navideña” conseguida la atención de la ya aburrida audiencia por causa de la
espera, que protagonizan los que siempre llegan al final de la hora convocada, se
anuncia una breve agenda planificada para el mencionado agasajo.
El programa empieza con el ingreso de las bellas niñas
electas el año anterior como Princesita, Estrellita de Navidad, y el Ada
Madrina, tres personajes extraídos de la literatura infantil, en franca
correlación con la doctrina cristiana; las tres majestades, representadas por
bellas infantes, se ubican en un improvisado y apurado palco de honor, colocado
para salir del paso, luego se les entrega presentes, cual lo hicieran los Reyes
Magos hace dos mil años, y también según lo indica el manual del mundo feliz
del consumismo capitalista, en cada concurso de reinas, mini reinas, de esto,
lo otro, bueno de todo.
Princesita y corte de honor 2016 - 2018 |
Evento seguido, es la elección de las nuevas
majestades, que ejercerán la representación que les corresponda por un año
calendario, es decir hasta el próximo agasajo navideño; para tan difícil misión
y buscando no generar resentimientos en temas tan delicados como la belleza de
las niñas, se entrega papelitos a todas las que se encuentren entre 4 y 12
años, que se están presentes, entre
dichos papelitos constaran las tres inscripciones, Princesita, Estrellita y Ada
Madrina, y quienes lo tomen desde el recipiente que circula entre ellas serán
las afortunadas, efectivamente así se realizó y pronto estuvieron en el
improvisado palco las flamantes soberanas.
Princesita de Navidad 2017 - 2018 |
Con la realeza infantil, presidiendo el programa, se iniciaron los juegos, baile de las sillas, las prendas, participaciones individuales, etc. Jueguitos que al parecer muy poco motivaban a los peques asistentes, quienes posponían su participación reiteradamente, hasta que ya el animador, había hecho varias invitaciones a participar, fue la excepción cuando se les invitó a romper la piñata, momento en el cual aparecieron todos aquellos que antes no se los había visto en la pista de juegos, lo cual era muy halagador.
El baile de las sillas |
Luego se ofreció un refrigerio para todos los
asistentes, el ya tradicional arroz colorado, que, por su persistente uso en
estas ocasiones, se denomina en muchos lugares, “arroz de fiesta” luego llegó
el momento tan esperado por los niños, la entrega de dulces, confites,
caramelos y juguetes, claro según una lista previamente elaborada, por
conocedores de los recientes y no muy recientes retoños de la comunidad, que
sin embargo a último momento, quedó olvidada en algún escritorio de los
organizadores, porque entonces, para enfrentar estratégicamente el olvido, se
entregó a todas las niños y a todos los niños que estuvieron haciendo columna
con una esperanzada y alegre sonrisa.
Cuando las 17:00 serían, de aquella tarde decembrina en que el sol abrigaba tenuemente, con sus pálidos rayos, en inexorable despedida, igual que niños y padres, felices los más, amargados los de siempre, emprenden retirada, mientras que los organizadores, se reunían en apretado grupo en un rincón apartado del pequeño espacio deportivo, donde se realizó la mini fiesta, para mirar cómo se alejaban los asistentes, comentando, los triunfos, los logros, los imprevistos, las fallas, los vacíos, la carencia de recursos, el sacrificado esfuerzo que implicó preparar y ejecutar este evento, mientras apaciguan la agitación corporal con frecuentes copas de ron, que empiezan por refrescar y terminan estimulando la locuacidad, no siempre bien fundamentada.
Entrega de juguetes |
Cuando las 17:00 serían, de aquella tarde decembrina en que el sol abrigaba tenuemente, con sus pálidos rayos, en inexorable despedida, igual que niños y padres, felices los más, amargados los de siempre, emprenden retirada, mientras que los organizadores, se reunían en apretado grupo en un rincón apartado del pequeño espacio deportivo, donde se realizó la mini fiesta, para mirar cómo se alejaban los asistentes, comentando, los triunfos, los logros, los imprevistos, las fallas, los vacíos, la carencia de recursos, el sacrificado esfuerzo que implicó preparar y ejecutar este evento, mientras apaciguan la agitación corporal con frecuentes copas de ron, que empiezan por refrescar y terminan estimulando la locuacidad, no siempre bien fundamentada.
Feliz luego de recibir juguetes |
La caja ronca, se calló, definitivamente, al menos por
esa tarde, se desconectaron las extensiones y pronto se cerrarán las puertas
del espacio para el entretenimiento de la familia Ríos Torres, que fue el
escenario donde se desarrolló esta crónica, cierta, y así finalizó el agasajo
navideño Tarapal 2017.
Fredy Torres acaro
Piñas, diciembre 26 del 2017