martes, 26 de diciembre de 2017

CRÓNICA DE UN AGASAJO




CRÓNICA DE UN AGASAJO

Tarapal, diciembre 23 del 2017

Unas cincuenta sillas plásticas, blancas todas, con marcadas huellas del sol, la lluvia, el uso y el abuso; dispuestas en un pretendido abanico irregular, por cierto, bastante deformado, daban la bienvenida a las familias, que paulatinamente, iban ocupando las mencionadas sillas; aquella tarde de sábado 23 de diciembre, recubierta de delicioso aroma navideño, se realizaba en el sitio Tarapal de la parroquia San Roque, el agasajo a todos los niños y sus familias, en memoria de aquel portentoso niño que naciera hace un poco más de dos mil años, para convertirse en un puntal fundamental de la religión católica.
La voz, poco audible y distorsionada por la caja musical amplificada, que se encontraba en las postrimerías de su vida útil, anunció a la audiencia el comienzo del programa, más o menos así “Señoras y señores, damitas y caballeros, niñas y niños, en este momento damos inicio al programa, con el cual el Comité Promejoras de Tarapal, agasaja a las familias y especialmente a los niños de la comunidad, en ocasión de la celebración navideña” conseguida la atención de la ya aburrida audiencia por causa de la espera, que protagonizan los que siempre llegan al final de la hora convocada, se anuncia una breve agenda planificada para el mencionado agasajo.



El programa empieza con el ingreso de las bellas niñas electas el año anterior como Princesita, Estrellita de Navidad, y el Ada Madrina, tres personajes extraídos de la literatura infantil, en franca correlación con la doctrina cristiana; las tres majestades, representadas por bellas infantes, se ubican en un improvisado y apurado palco de honor, colocado para salir del paso, luego se les entrega presentes, cual lo hicieran los Reyes Magos hace dos mil años, y también según lo indica el manual del mundo feliz del consumismo capitalista, en cada concurso de reinas, mini reinas, de esto, lo otro, bueno de todo.



Princesita y corte de honor 2016 - 2018

Evento seguido, es la elección de las nuevas majestades, que ejercerán la representación que les corresponda por un año calendario, es decir hasta el próximo agasajo navideño; para tan difícil misión y buscando no generar resentimientos en temas tan delicados como la belleza de las niñas, se entrega papelitos a todas las que se encuentren entre 4 y 12 años,  que se están presentes, entre dichos papelitos constaran las tres inscripciones, Princesita, Estrellita y Ada Madrina, y quienes lo tomen desde el recipiente que circula entre ellas serán las afortunadas, efectivamente así se realizó y pronto estuvieron en el improvisado palco las flamantes soberanas.

Ada Madrina 2017 - 2018

Estrellita de Navidad 20171018













Princesita de Navidad 2017 - 2018
                   
Con la realeza infantil, presidiendo el programa, se iniciaron los juegos, baile de las sillas, las prendas, participaciones individuales, etc. Jueguitos que al parecer muy poco motivaban a los peques asistentes, quienes posponían su participación reiteradamente, hasta que ya el animador, había hecho varias invitaciones a participar, fue la excepción cuando se les invitó a romper la piñata, momento en el cual aparecieron todos aquellos que antes no se los había visto en la pista de juegos, lo cual era muy halagador.

El baile de las sillas

Luego se ofreció un refrigerio para todos los asistentes, el ya tradicional arroz colorado, que, por su persistente uso en estas ocasiones, se denomina en muchos lugares, “arroz de fiesta” luego llegó el momento tan esperado por los niños, la entrega de dulces, confites, caramelos y juguetes, claro según una lista previamente elaborada, por conocedores de los recientes y no muy recientes retoños de la comunidad, que sin embargo a último momento, quedó olvidada en algún escritorio de los organizadores, porque entonces, para enfrentar estratégicamente el olvido, se entregó a todas las niños y a todos los niños que estuvieron haciendo columna con una esperanzada y alegre sonrisa.

Entrega de juguetes


Cuando las 17:00 serían, de aquella tarde decembrina en que el sol abrigaba tenuemente, con sus pálidos  rayos, en inexorable despedida, igual que niños y padres, felices los más, amargados los de siempre, emprenden retirada, mientras que los organizadores, se reunían en apretado grupo en un rincón apartado del pequeño espacio deportivo, donde se realizó la mini fiesta, para mirar cómo se alejaban los asistentes, comentando, los triunfos, los logros, los imprevistos, las fallas, los vacíos, la carencia de recursos, el sacrificado esfuerzo que implicó preparar y ejecutar este evento, mientras apaciguan la agitación corporal con frecuentes copas de ron, que empiezan por refrescar y terminan estimulando  la locuacidad, no siempre bien fundamentada.

Feliz luego de recibir juguetes

La caja ronca, se calló, definitivamente, al menos por esa tarde, se desconectaron las extensiones y pronto se cerrarán las puertas del espacio para el entretenimiento de la familia Ríos Torres, que fue el escenario donde se desarrolló esta crónica, cierta, y así finalizó el agasajo navideño Tarapal 2017.

Fredy Torres acaro
Piñas, diciembre 26 del 2017

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