Reencuentro estudiantil escuela Dr. Guillermo Guzmán Ayora

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105 años de la escuela Francisco Pizarro _ Dr. Guillermo Guzmán Ayora
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miércoles, 14 de agosto de 2019

CULTURA E IDENTIDAD. (A propósito de agosto mes de las artes y la cultura)

CULTURA E IDENTIDAD
(A propósito de agosto mes de las artes y la cultura)

Carro alegórico
Piñas (2017)

Cruz en el Cerro (San Roque 2014)
Es agradable ver como agosto mes de las artes, se ha convertido en un espacio con una nutrida agenda cultural, tanto a nivel urbano como rural, con una activa participación de actores culturales y predominantemente líderes políticos locales, que incentivan el involucramiento en la promoción cultural de instituciones educativas, organizaciones comunitarias y otros actores autónomos o independientes, por decirlo de alguna manera.


Sin embargo, hay ciertas características de este proceso de fomento cultural, que deberían ser analizadas con una mirada mas aguda, puesto que la cultura es ante todo la imagen de un pueblo, este artículo, no busca culpables, tampoco polemizar, no pretende ser un reclamo, tampoco un análisis exhaustivo y menos aún inequívoco, llama a la autorreflexión, argumentada, rigurosa y sostenida, a través de un debate respetuoso y afable, para corregir errores observados con frecuencia y que se han ido intensificando en el transcurso de los últimos años, en los diversos actores y motivadores culturales, ya desde los gobiernos locales, organizaciones comunitarias y aun de las instituciones educativas.

Señora declamando en una fiesta popular
Tarapal de San Roque (2014)

En los siguientes párrafos se presenta un breve análisis de la promoción cultural que se realiza en esta micro región a la que nos pertenecemos, en cuanto se aprecia una subestimación de la cultura local autentica de nuestros pueblos, al tomar identidades culturales prestadas a otros colectivos humanos.

La cultura es la expresión de la praxis cotidiana, realizada en el marco de un conjunto de valores, principios, e ideas que a su vez responden a una cosmovisión contextual, históricamente desarrollada, en correspondencia directa al entorno natural en que  subsiste determinado grupo humano, se va construyendo y configurando de acuerdo a la capacidad de dicho colectivo humano, para conseguir sus objetivos de supervivencia,  desarrollo económico, social y humano, tanto en el nivel individual como colectivo.

La cultura es una característica esencialmente social, “no se lleva en la sangre [sino que] se aprende en la vida social” (Grimson, 2008). Citado en (Barrera, 2013) se manifiesta en la interacción dialéctica, entre el individuo y el grupo, es la característica, de unidad, de pertenencia, de construcción colectiva, “todos los miembros de un grupo determinado tienen los mismos patrones de cultura para poder vivir juntos” (Herrero, 2014) desde este enfoque la cultura es intrínsicamente una forma primigenia de identidad, consecuentemente, por antonomasia, hablar de cultura es hablar de identidad.

Grupo musical actuando en fiesta popular
Tarapal (2012)

La expresión cultural de un grupo humano determinado lleva implícita su identidad, en sus prácticas económicas, sociales, religiosas, gastronomía, su forma de vestir, lenguaje forma de hablar, en su forma de enfrentarse a las dificultades cotidianas, su arte, sus preferencias en cuanto a diversión, a estilos de trabajo etc. Ello es indiscutible, entonces ¿cómo entender que lo que se presenta como manifestación cultural de nuestros pueblos, sean rasgos culturales que identifican a otros grupos humanos?, ¿estamos pidiendo prestada identidad cultural a otros grupos humanos?, ¿Acaso no tenemos cultura o identidad?, pero esto último es imposible según la lógica de la reflexión precedente, entonces como se explica.
Gastronomía Local
Feria popular Pias (2016)

La respuesta a esta interrogante es bastante compleja, en forma poco documentada, puede esbozarse tres hipótesis, la primera se refiere a una pobre valorización de la expresión cultural de nuestros pueblos de parte de los círculos dirigentes, con lo cual se desdeña la necesidad de describir culturalmente nuestra propia identidad, considerando en forma aventurada, que la identidades locales sucumbieron ante la presencia de la globalización, y que hoy la cultura y consecuentemente la identidad es universal, nada más falso; los pueblos que desconocen u ocultan su identidad por omisión o por intensión, son simples parias en un universo dinámico e infinito;  en este punto cabe recordar la frase de Mahatma Gandhi, sobre la cultura universal: “Quiero que la cultura de todos los países sople sobre mi casa, tan libremente como sea posible. Pero no acepto ser derribado por ninguna ráfaga” tomado de (Pérez, 2000), efectivamente es nuestro derecho nutrirnos de la cultura universal y ajustar nuestras estrategias de desarrollo a patrones culturales universales, pero sin perder aquellas características que nos distinguen de la masa global, si bien nuestra cultura, inexorablemente se constituirá en lo que García Canclini (1990)  denomina culturas hibridas, debido al dinamismo propio del avance cultural, también es cierto que en ellas se revela una parte de nuestra identidad, al menos en el contexto local.

Desde esta percepción, la cultura es la imagen visible de un pueblo, la argamasa de su unidad y la más nítida expresión de su ser colectivo, de ahí que subvalorarla o desestimarla, es un daño irreparable al pueblo que sufre tal despropósito.

La segunda hipótesis, es el desconocimiento académico de nuestra identidad, quizá por que son escasos los estudios especializados al respecto, o porque somos producto de amplias y diversas corrientes migratorias venidas de distintas geografías, con diversidades culturales, sin embargo, aun siendo pocos existen, trabajos especializados que ayudan a configurar sistemáticamente la identidad cultural de nuestros pueblos[1] y además como pueblos organizados, se ha transcurrido ya cerca de un siglo, tiempo en el cual se han generado expresiones culturales propias, producto de la unidad en la diversidad, por tanto, tampoco puede admitirse esta hipótesis so pena de un lamentable descuido investigativo, en cuyo caso los gobiernos locales deberían contar con asesores probos que permitan una visión adecuada de esta realidad.

La tercera hipótesis, y quizá la mas perversa, es que se actúa con ligereza, frente a la representación y fomento de la cultura, desconociendo u omitiendo el amplio espacio que ocupa la manifestación cultural, reduciéndola a expresiones recurrentes y focalizadas, en el arte, en sus distintos productos, pero descuidando los detalles, como el imaginario social, el vestido, las actitudes, el mensaje, y la cosmovisión en que se enmarcan, estas manifestaciones, se aprecia eventos planificados al apuro, con un imperativo espectacular, que se sobrepone a lo cultural, (es más importante mostrarme dinámico y activo, vendiendo un espectáculo cultural atractivo, que el mensaje social que trasmito a través del evento cultural);  pues solo así se explicaría porque las danzas se realizan con cualquier genero de música, sin importar su mensaje, ni la cultura que dichos ritmos representan, porque el vestuario de los danzantes es arbitrario, y no responde a una característica cultural propia, porque la propia danza, que es en si una manifestación cultural, es característica cultural de pueblos de otras latitudes de nuestra geografía, en la mayoría de los programas culturales locales se observa una amalgama de expresiones culturales, de la sierra sur, sierra norte, de los pueblos montuvios, de pueblos autóctonos, como Saraguro, etc. Mas no como producto de un mestizaje cultural, lo cual sería loable, sino como inclusión arbitraria de símbolos culturales, sobre lo cual no se realiza la menor reflexión.  Tal vez, en muy raras excepciones se promocione manifestaciones culturales propias, auténticas, con símbolos identitarios representativos.  

En atención a lo expuesto, es necesario que se proponga una autocritica profunda sobre la promoción y representación cultural, de nuestros pueblos, especialmente de los eventos que se programan y ejecutan en agosto mes de las artes, con el objetivo de diseñar una programación cultural, que parta de la autenticidad de nuestro proceso histórico, social y cultural, que relieve la identidad, tradiciones, valores y carácter propio de la zona; no se puede continuar invirtiendo en promoción cultural, con rasgos culturales tomados arbitrariamente de otros pueblos; los eventos culturales han de responder a un plan general, que considere las raíces históricas y los procesos dinámicos que han generado expresiones culturales autenticas de estos espacios territoriales, ya desde una ubicación rural, o urbana, e incluso hibrida en el concepto de Canclini, pero que nos identifique como pueblos específicos con características e historia propia frente al mundo.

Y más aún en todas estas expresiones culturales ha de orientarse una cultura de paz, de inclusión, y horizontalidad, que recupere los aspectos positivos de la cultura ancestral, como la honestidad, el respeto por si mismo y la palabra empeñada, la solidaridad con los vecinos y una ética sin doble rasero.

Es necesario que los departamentos de cultura de las instituciones organizadoras, elaboren una planificación rigurosa, fundamentada en principios filosóficos, antropológicos, sociológicos y culturales, que partan del análisis concreto de nuestra realidad, y del contexto histórico social de nuestros pueblos, para identificar manifestaciones identitarias particulares que deban ser promocionadas y expuestas, como un aporte cultural y educativo para las nuevas generaciones y presentación de nuestra imagen auténtica al mundo.

Fredy Torres A.
Agosto 13 del 2019.
Piñas - El Oro.







Bibliografía

Barrera, R. (2013). El concepto de la Cultura: definiciones, debates y usos sociales. Revista de Claseshistoria, 1 - 24. doi:ISSN 1989-4988
Canclini, N. (1990). Culturas Híbridas (1ª ed.). México: Grijalbo. Recuperado el 12 de 8 de 20019
Herrero, J. (2014). Cultura. Antropología, 28 - 32.
Pérez, R. (2000). Cultura y Libertad. Discurso al asumir presidencia Casa de La Cultura Benjamín Carrión. (pág. 14). Quito: CCE.



[1] El antropólogo Rodrigo Murillo, (Provincia de El Oro, Lugares y Tiempos) (2007) (Zaruma, historia Minera. Identidad en Portovelo) (2000); También Marcelo Naranjo Villavicencio, del centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares, en la cultura Popular en el Ecuador. Tomo XVI – El Oro.


viernes, 8 de junio de 2012

A PROPÓSITO DE LA DETENCIÓN DE DOS DELINCUENTES EN LA CIUDAD DE PIÑAS







¿PSICOSIS SOCIAL O MANIPULACIÓN 

INFORMATIVA?



He leído con mucha preocupación  y  pena la serie de comentarios que se han escrito, en el facebook, al pie de foto de los  supuestos delincuentes capturados en Piñas, en el sector de las cinco esquinas, el día miércoles 6 de junio, en horas de la noche, por miembros de la Policía Nacional.
Entiendo que las personas reaccionen violentamente frente a toda amenaza, es  una  respuesta instintiva, pues si alguien atenta contra  la integridad personal o sus preciados bienes, instintivamente se produce una respuesta defensiva, pero ya transcurrido un espacio de tiempo, necesario para serenarse, es prioritario actuar con prudencia, especialmente si se va a publicar comentarios que van a ser leídos por un público que no conocemos y tampoco podemos calcular su cantidad y menos aún calidad.
Lanzar comentarios  solicitando la pena de muerte, proponiendo linchamiento en cualquiera de sus formas, es equiparable a rociar con combustible inflamable una llama que empieza a crecer, es una actitud temeraria, ya que implica la anulación total de la esencia misma del ser humano, que es el respeto por la vida, y consecuentemente la defensa de la misma.
Estimo que los medios de comunicación y quienes escriben para un público, sea mucho o poco, deben actuar con mayor mesura y prudencia, propiciar el analices profundo de la realidad, y no la exacerbación de  impulsos y sentimientos viscerales, que provocan reacciones violentas, y contrarias a los derechos humanos y aún al legitimo derecho al debido proceso.
Clamamos continuamente por el respeto pleno a la vida y a los derechos fundamentales de las personas, pero al momento de opinar parece que muchas personas;  y especialmente  locutores y comentaristas de ciertos medios de comunicación; solo buscan congraciarse con la opinión impulsiva  y visceral de las mayorías, sin propiciar el menor análisis.
Considero imprescindible plantear un análisis multidisciplinar  sobre la realidad socioeconómica, psicológica, política, tanto de la ciudad de Piñas, como de la provincia y el país, antes que acudir a juicios y  soluciones prematuras, que en realidad buscan atacar los síntomas de la enfermedad, no sus causas, proponer más policía, penas severas y desatinos como el linchamiento u horrores parecidos, no conducirá a una solución del problema, solo lo tornará más violento y  agresivo, a mas de acrecentarlo.
Es necesario tener claro que la delincuencia es producto del sistema socioeconómico dominante, que es un fenómeno social  concomitante al llamado progreso capitalista, que a mayor concentración de la riqueza en pocas manos, se multiplicaran los pobres y los excluidos, y que estas personas cuya dignidad se ha pisoteado  y usurpado, seguramente derivan en delincuentes, criminales, porque forman parte ya de la escoria social.
Es  importante considerar que la delincuencia  e inseguridad  viene aparejada con el crecimiento de la población de la ciudad, y Piñas ni ningún otro pueblo es una isla, somos parte de un país con problemas económicos históricamente generados, por la dependencia política y económica a que estamos sometidos, por el pensamiento colonial que aún se evidencia en las grandes mayorías ciudadanas, por un sistema que favorece la más despiadada explotación económica, social y cultural, que concentra riqueza y reparte hambre y miseria; que esta es una realidad correspondiente a una estructura social y económica  históricamente forjada, aún antes de que nos constituyamos como país.
Entonces, porque tanta sorpresa y virulencia en las respuestas, por qué tanta ligereza acusando al Gobierno actual, cuando este es un mal histórico, un producto social inevitable.
No estoy abogando por perdón y olvido, ni por la pasividad e indiferencia ante esta lacra social, creo que debe actuarse con firmeza, pero con irrestricto apego a la ley y a la defensa de la vida y los derechos humanos, so pena de renunciar a la sensibilidad humana que es lo que debe diferenciarnos del resto de especies animales.

Finalmente pregunto a aquellos que con tanta facilidad condenan, juzgan y piden la muerte para estos desdichados, cuantas veces han contribuido ellos mismos al sostenimiento y desarrollo de este sistema violento, criminal, injusto y excluyente, alimentando la corrupción, mediante sobornos para que no se los sancione, evadiendo la ley de múltiples formas, siendo racistas, xenófobos, sexistas, ya en el pensamiento como en la acción, Yo pregunto cuantas veces ustedes han alimentado y sostenido injusticias, porque han creído sin mayor discrimen en las noticias manipuladas de los medios que masivamente difunden la ideología del poder.
Seguro que nunca han salido han protestar por las injusticias cometidas por el imperio capitalista en el mundo, por los millones de seres humanos asesinados injustamente.
Si es así entonces damitas y caballeros también vosotros sois cómplices  de esta  execrable realidad, porque nunca la has cuestionado y te has sumado al sistema por facilidad y comodidad, nunca la has criticado por pereza mental, o simplemente porque la alienación capturo vuestra mentalidad crítica.
Luego seamos al menos mesurados antes de emitir  tan severos juicios que atentan contra la vida y dignidad humana, que es lo más sagrado que tenemos.

Fredy Torres A.
07/06/2012.